El hecho de que el acceso no sea demasiado fácil hace que resulte aún más especial alojarse allí, garantizando días de auténtica paz. La vista desde donde se pueden apreciar unas inolvidables puestas de sol son un verdadero privilegio. La casa rodeada de bosques, arroyos, montañas, vertientes; el silencio, los pájaros, los senderos para caminar, el aire puro, en conjunto son los factores que hacen de nuestro lugar un rincón especial para el relax.