Precioso apartamento nuevo, espacioso, con grandes ventanales e increíbles vistas al valle del Tietar y al pueblo. Estás a escasos 3 minutos del centro de Villanueva De la Vera pero apartado del bullicio del centro. Todo está pensado aquí para que puedas “Atalantar”, que es la palabra partocha que utilizamos para expresar que estamos “en nuestro centro”. Un relajante baño con aceite esencial de lavanda en su bañera doble de hidromasaje puede ser un buen comienzo para empezar a Atalantar ¿QUIERES SABER POR QUÉ SE LLAMA ATALANTAR? Todo en esta vida tiene una historia detrás, si no tienes 5 minutos para leerla, es que necesitas Atalantar. La primera vez que pasé por la puerta del Apartamento Atalantar, corrían tiempos de pandemia y a pocos metros de nuestra casa, estaba Atalantar en su versión más retro (un antiguo secadero) y muy cerca un gran olivar donde Emma (mi hija) Rayo (mi perro) y yo, íbamos a pasear y a sacudirnos la tristeza del aislamiento y el miedo al futuro. Sin duda era el mejor momento del día, el sol de primavera escondiéndose al atardecer detrás de las casas de nuestro pueblo era un espectáculo que no nos perdíamos ningún día, así que fue casi inevitable ir anclando el alivio a nuestros males a ese espacio, ese lugar. En la belleza, el enorme espacio abierto y el aire puro de ese lugar, nuestra familia podía “Atalantar” todos los días Atalantar, es una palabra preciosa que solo he escuchado en la Vera, desconozco si se utiliza en otros lugares, así que para mí, es como una especie de tesoro escondido aquí que ningún pirata ha robado todavía. Es la palabra que escuchaba a mi bisabuela, mis abuelos, mis padres y todos cuantos conozco y con los que he crecido, de aquí, mi pueblo, Villanueva de la Vera. Hay días en los que sientes que no Atalantas, y puede ser por muchas razones, porque no atalantar es estar intranquilo, las tripas o tu cabeza te recuerdan todo el rato que “algo no está bien” “no está atalantao” Puede ser lo más obvio, un momento de estrés matador o vivir una aparente vida tranquila en la que “no atalantas” y no sabes por qué. Atalantar es un estado de paz. Algunas personas aquí también lo usan en su versión más “doméstica”. Tener todo atalantao en casa, es dejarlo todo preparado, listo y colocadito. O una situación: algo que está atalantao, es algo resuelto. Luego está la madre chunga que si ve que por ti mismo no “atalantas” decide que un buen tortazo es una forma de “atalantar” estupenda, así que te avisa. “¡¡Niño, o atalantas o te atalanto yo de un guantazo!!” En cualquier caso, es el estado ideal que buscas y que tanto necesitas. Creo que en las cosas bellas desprenden algo que te hace atalantar. La naturaleza es un enorme ejemplo de esto, en lo natural la mayoría encontramos todo lo necesario para atalantar. Creo firmemente que el espacio donde vivimos, donde pasamos la mayor parte del día donde podemos ser “ nosotros al 100%” debe de ser lo más bello posible y armónico para poder estar atalantaos. Como decidimos que esté lo que nos rodea, suele ser una extensión de lo que tenemos dentro. Pero a veces funciona a la inversa. La belleza exterior nos permea para reparar algo de la fealdad interior. Cuando decidí comprar Atalantar, era un patito feo, pero tenía el enorme potencial de convertirse en cisne. Sigue soñando con ser todavía más bonito, y lo será, porque se lo ha propuesto, porque desde el principio tuvo alma propia… Me encontró a mí para materializar como quería verse y me lo susurraba todos los días en pandemia. No quería convertirse en un apartamento para alquilar, quería convertirse en un apartamento para atalantar, y es ahí donde he puesto toda mi alma. Quiero que en el apartamento Atalantar encuentres en su belleza y la belleza de todo lo que rodea esta maravillosa comarca, todo lo que necesitas para poder irte mucho más Atalantao de lo que viniste. Proponte respirar un poco más despacio y estate atento a los detalles. Atalanta, te hace falta. Número registro: AT-CC-00765