Maravilloso ático totalmente nuevo, exterior, con Wifi, aire acondicionado en todas las habitaciones y una estupenda terraza para poder disfrutar al aire libre. Situado en una casa palacio señorial del siglo XVIII, totalmente reformada y rehabilitada en viviendas y en pleno Centro Histórico. Su enclave privilegiado, a escasos 100 metros de la Plaza del Cabildo, donde encontraremos una gran variedad de bares, restaurante y tabernas para degustar nuestra extraordinaria manzanilla y gastronomía. Casa señorial de estilo neoclásico a la que se accede por un espléndido patio con cuatro galerías a su alrededor, de columnas con arcos y con lozas de mármol blancas y negras. El techo de la casapuerta y de la escalera principal están pintados con motivos alegóricos que le dan color al espacio. Se ubica en una segunda planta con ascensor y tiene una estupenda terraza para comer al aire libre y poder tomar el sol de invierno. Dispone de todo lo necesario para disfrutar de una estancia agradable. Dos dormitorios, uno con camas de matrimonio y otro con 2 camas individuales, un baño completo, cocina totalmente equipada, salón-comedor con sofá-cama chaisselonge. Capacidad: 6 personas Las camas están vestidas con sábanas y colchas y también se facilitan toallas de ducha y lavabo. Nuestro ático se encuentra en pleno centro con un enclave privilegiado y a tan sólo a un corto paseo llegamos a la playa con vistas al Parque Nacional de Doñana. En su entorno se encuentran Iglesias, Conventos y Bodegas del siglo XVI y XVII El mercado de abasto, muy reconocido por sus exquisitos productos locales del mar y de la huerta está a unos 2 minutos andando del alojamiento. El barrio alto a menos de cinco minutos andando, conserva su casco antiguo con importantes monumentos: Palacio Ducal de Medina Sidonia, Palacio de Orleans Borbón (actual Ayuntamiento), Iglesia de la O, Castillo de Santiago, Cuesta de Belén con las Covachas y Bodegas como Barbadillo, Argüeso, Hidalgo, etc. Bajo de guía: Todos los visitantes de Sanlúcar deben ir a “Bajo de Guía” antes de marcharse. Paseo con estupendas vistas a la desembocadura del Guadalquivir y al Parque Nacional de Doñana, donde turistas y vecinos se mezclan, en las terrazas de los diferentes restaurantes, para disfrutar del langostino, la estrella gastronómica de la ciudad, sus guisos marineros y el pescado de la zona.