Casa Jazmín es un espacio familiar rodeado de campos agrícolas que ofrece no sólo un lugar para quedarse; sino, conectar con la naturaleza, donde la tranquilidad se respira y lo más importante, el compartir en familia. Refugio al que da gusto llegar dejando las estridencias del día a día y esa voluntad de sentirse bien en casa queremos compartir con quienes nos visiten. Estamos a una hora y media de Cusco, a media hora de la estación de tren de Ollantaytambo, de Pisac o las Salineras de Maras. La casa cuenta con dos habitaciones en segundo piso, cada una con dos camas individuales de herencia familiar (puedes escoger entre el calor envolvente de las camas de madera o el encanto de las camas de hierro), baño privado, ducha caliente con gas y frigobar; y, una habitación matrimonial independiente con cama queen-con vista al cielo para disfrutar la noche estrellada de los andes-, chimenea, yacusi con hidromasaje (solo agua fría de momento), baño privado y ducha caliente a gas, en el primer piso con acceso directo desde la terraza. Una cocina-comedor equipada, una acogedora sala temática (réplicas de papa nativa y otros inherentes al mundo andino) con chimenea, baños de visita en el hall de recepción, lavandería, terraza con hamaca con mini gimnasio, casa de árbol y espacios especiales para tomarse un café, leer o simplemente encontrarte contigo mismo. Aparcamiento para auto pequeño en la propiedad o uno de mayor amplitud a escasos metros. Pero eso no es todo, Casa Jazmín tiene mucho más que ofrecer, tenemos la zona de parrilla con mini bar y el horno a leña donde podrás hacer tus pizzas u otros preparados para disfrutar en familia. Además, en la parte exterior contamos con una zona de fogata para la tertulia, hacer música o contar cuentos, una choza que tiene inserta una carpa para experimentar la aventura de hacer campamento contemplando la maravillosa constelación de estrellas. Espacio para fulbito o vóley y juegos de ayer para disfrutar con los niños y recordar antaño; o también, el taller de manualidades y lectura infantil. Vivir el Valle Sagrado a través de caminata, visitas u otras actividades de aire libre. ¡Es ideal para viajes en solitario, parejas o familias con niños que desean desconectarse de los medios e interactuar sanamente con otros y crear recuerdos inolvidables!