La casa “LAS COLINAS” es una finca enclavada en la provincia de la Alcarria, cercana al municipio de Illana (Guadalajara) y a apenas 1 hora de Madrid. Se encuentra en lo alto de una colina recorrida por el río Tajo y a pesar de su cercanía a Madrid, está en una zona de tierras de cosechas y campos de amapolas y es el sitio perfecto para escapar del bullicio de la ciudad y encontrarse con la naturaleza. La parcela es muy privada y está vallada en todo su perímetro. Toda la finca, incluyendo la piscina y las barbacoas y el todo el terreno, es de uso exclusivo y privativo de los huéspedes de la casa. Consta de unos 1.500 m2 de superficie, distribuidos en un gran jardín con piscina de unos 32m2 (apertura a finales de abril de cada año y la temporada sigue hasta octubre) y la propia vivienda, que está completamente reformada. La casa se distribuye en salón-comedor, cocina totalmente equipada, 4 dormitorios, 2 baños completos y porche techado. Hay 2 dormitorios con camas matrimoniales y otras 2 habitaciones con dos camas individuales cada una, con una capacidad de 8 plazas en total. La casa dispone de calefacción por radiador eléctrico en todas las habitaciones, el salón dispone de aire acondicionado/bomba de calor y chimenea de pellet, y además hay una estufa eléctrica exterior en el porche techado, y también hay mosquiteras en todas las ventanas. Se facilita ropa de cama, toallas de baño y de piscina (en temporada), lavado y planchado en tintorería profesional. Disponemos de WiFi gratuita para nuestros huéspedes. El exterior consta de dos zonas distintas de barbacoa, una en el patio delantero con mesa cubierta en el porche techado y otra mesa con sombrilla, en el patio trasero hay un cenador con luces de exterior y otra zona de barbacoa de obra, además hay un brasero exterior (se proporciona leña). Para entretenimiento, la casa consta de una cama elástica de 3,70 metros de diámetro al aire libre, un futbolín, diana de dardos en el porche cubierto y diferentes juegos de mesa en el interior (póker, Risk, Jenga, Uno, juegos infantiles).